Documento de Análisis.
Claudia Villacreses Sánchez.
Vice-Presidenta del FAJ
Los cambios sociales
dados en este siglo han permitido que las fuerzas populares, progresistas y
revolucionarias estén en auge, mientras que en las fuerzas imperialistas se ve
una pérdida de poder y dominio político en algunos países en especial en América
Latina.
Los pueblos han ido
buscando nuevas alternativas de cambios de acuerdo a sus propias realidades son
los casos de Ecuador, Venezuela, Uruguay, Argentina, Nicaragua y entre otros;
en la cual están dirigido hacia una economía social y un nuevo modelo de estado
que recoja aquellas luchas del pasado que parecían imposibles de realizar.
El panorama nos deja
una reflexión muy importante muy importante, de profundizar y radicalizar la
lucha, no ser vacilantes o confiados ante las fuerzas retardatarias y crear
poder popular en todos los espacios posibles para materializar nuestros
objetivos.
La crisis capitalista
actual ha hecho que se caiga esa cortina de mentiras alienantes que nos
hablaban de LIBERTAD de comprar y vender todo lo que nos dé la gana sin ninguna
regulación, y fomentaban una competencia despiadada haciendo engrosar más la
brecha entre pobres y ricos; la insostenibilidad de la crisis nos hace que
nosotros tengamos la necesidad de estar organizados y buscar nuevas estrategias
de acción para poder ir así desplazando y destruyendo lo caduco.
Pero esto no
significa que descalifiquemos o subestimemos al enemigo por el simple hecho de
estar en crisis, al contrario hay que estar vigilantes y preparados con los
sectores populares; El imperialismo en su desesperación tratara de ser lo más
agresivo contra los pueblos y sus organizaciones o veamos el caso de Libia o
Siria. Debemos tomar en cuenta que el capitalismo por naturaleza es un sistema
sanguinario y por eso es la necesidad de potencializar nuestras organizaciones
sociales y Políticas.
El ejemplo de los
movimientos estudiantiles de Colombia, Chile, Puerto Rico e inclusive Estados
Unidos en el Caso de la Universidad de Harvard, nos dan muestra que vienen
nuevas libertades por conquistar para nuestros pueblos.
Si partimos de la
óptica que la universidad es el ente de la sociedad debemos saber algunas
características que adolecen a nuestra sociedad y a nuestra universidad.
A pesar de vivir en
un proceso de cambio en cuanto lo social y económico, tenemos universidades que
todavía no responden a esa realidad ni a las exigencias de este siglo XXI, al
parecer todavía tenemos las secuelas del modelo neo-liberal donde el Alma Máter
es observado con una visión de sacar lucro y mas no crear profesionales
comprometidos con la sociedad.
El concepto de
autonomía universitaria se lo tergiverso por completo de la manera mas mal
intencionado haciendo así que la universidad pública pase a poder y propiedad
de algunas autoridades.
La Anarquía administrativa
predomino en nuestros centros de estudios, convirtiéndose así en una red de
corrupción entre autoridades, estudiantes, y movimientos estudiantiles haciendo
de la universidad un gran negociado.
La paupérrima calidad
académica hace que nuestras universidades no lleguen ni siquiera al puesto 1000
en el ranking mundial de universidades; prácticamente una vergüenza para
nuestras unidades académicas; pero la realidad es esa, ha habido casos de
universidades de quinto patio que hasta hace poco tiempo funcionaban y fungían
como excelentes universidades, o tenemos casos de facultades que aumentaban de
manera indiscriminada el número de estudiantes sin hacer el debido proceso y
consultar la cantidad de profesionales que se necesita.
Es el caso de los
movimientos de derechas que predominan en la Universidad en especial la de
Guayaquil, o en el caso de la autocalificada izquierda como lo son los que
siempre han mantenido sometido a las universidades bajo el dogma del garrote
irracional sin ninguna propuesta y cayendo en el economicismo, ahora podemos
observar sectores que han surgido n La
parte más vergonzosa de todo esto es el silencio, la complicidad y la demagogia
de movimientos descompuestos entregados a intereses particulares de autoridades
o partidos políticos que dicen llamarse de izquierda y que nuevos movimientos
vacilantes y sumisos a las políticas gubernamentales sin utilizar la
objetividad, la crítica y la auto crítica de lo que representa el proceso
actual; y ninguno de ellos cumplen con
las necesidades y reivindicaciones del pueblo ecuatoriano.
Con respecto a
nuestra universidad de Guayaquil vemos como una necesidad FORTALECER EL FRENTE AMPLIO DE JURISPRUDENCIA
con el fin de materializar el objetivo de una universidad del pueblo para el
pueblo, Democrática, Transformadora, Critica, Técnica y Científica; esa es la
base de lo que nosotros llamamos TERCERA REFORMA UNIVERSITARIA planteada hace
mas de 7 años por nuestro compañero Edwing Pérez Chevez.
El FAJ tiene que ser
una expresión netamente estudiantil alejado de vicios como el oportunismo, el ultrismo,
el reformismo y otros, para poder ser la vanguardia del movimiento estudiantil
y debemos ir creando debate, critica, acciones concretas, llevándola a la lucha
política hacia la III Reforma Universitaria.
En el caso de nuestra Facultad es necesario forjar unidad con los sectores mas avanzados y llevarle nuestra propuesta concreta al estudiantado y volver a transformar en esa Gloriosa, combativa, critica y transformadora Facultad de Jurisprudencia que en un tiempo fue, desterrando a los oportunistas, demagogos, vacilantes que han prostituido nuestra Facultad.
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