Entrevista a Gustavo Iturralde, Ex-Secretario General del Partido Comunista del Ecuador, uno de los
sobrevivientes de la masacre universitaria.
Este 29 de mayo se
recuerdan 44 años de una de las más importantes luchas de los estudiantes por
la democratización y el libre ingreso a la universidad. En mayo de 1969 una
revuelta conformada por estudiantes secundarios y universitarios luchaban para
suprimir los exámenes de ingreso a la Universidad de Guayaquil, terminando en
una terrible masacre, donde mueren de 30 estudiantes, cuando la fuerza pública
desalojaba las instalaciones de la Casona Universitaria.
Entre los cómplices de
la matanza se encontraban el Consejo Universitario de aquel entonces, el
Gobernador de la provincia y los denominados “Carabineros”, quienes dotados de
armas dispararon y desalojaron a los estudiantes en la Casona Universitaria.
Todos ellos a órdenes del gobierno de Velasco Ibarra.
¿Cómo se encontraba Ecuador a fines de la década del 60?
La economía del país
en el año 67 - 68 comenzó a cambiar de una manera significativa, de ser una
población fundamentalmente rural paso a ser una población urbana, entonces ello
significó la llegada de muchos jóvenes del campo hacia la ciudad; porque además,
en los campos iba creciendo la educación, ya había colegios en los campos, etc.
Entonces esa realidad chocó contra una universidad que era para nosotros una minoría.
No hay q olvidar que
el año 69 prácticamente la Universidad de Guayaquil era la única universidad
que existía en la ciudad, entonces los hijos de la burguesía, los hijos de las
capas de medias y esporádicamente algún hijo de trabajador estudiaba en la
Universidad de Guayaquil.
Y el mecanismo para ir
filtrando esa población estudiantil era el establecimiento de los exámenes de
ingreso, en donde había un marcado sentido de clase. En algunas de las
facultades, pertenecer a una de las familias de la burguesía era casi tener
asegurado el ingreso; por más que los exámenes eran anónimos, uno no ponía su
nombre sino un número.
Yo había ingresado a
la universidad en el año 66, entonces aprobé los exámenes de ingreso, pero las
gentes veían que era un mecanismo de discriminación. En la carrera de Derecho
por ejemplo, había unos cuestionarios que daban y había que saber sobre la
división territorial de África en Geografía Universal. Era una época en que los
países africanos se estaban liberando prácticamente todos los días, entonces teníamos
que estar actualizados y esto no tenía nada q ver con la jurisprudencia.
Eso fue creando un
ambiente de descontento, no tanto de la FEUE, porque realmente la FEUE fue un
organismo que los tuvimos en contra porque los manejaba la derecha en
Guayaquil, sino a través de la FESE que la dirigía un compañero de la Juventud
Comunista del Ecuador, llamado Jaime Soriano. A través de él se implementaron
las primeras jornadas en el colegio César Borja Lavayen. Jornadas que
comenzaron por los primeros días de enero de 1969.
Planteadas las cosas
los medios de comunicación grandes y la oligarquía de Guayaquil se lanzaron en
contra. El gobierno, era un gobierno de Velasco Ibarra, un gobierno dictatorial
que a través de su gobernador, las fuerzas policiales y militares también
estaban en contra de los estudiantes. Era una lucha sumamente intensa, que duro
desde enero hasta mayo en donde en el interior de la universidad también se
empezó marcando los campos.
La FEUE en manos de la
derecha se resistía a dar ese respaldo, incluso ahí tuvimos un grupo que se
llamaban “los carabineros”, que era gente de derecha armada que en las
facultades permanecían para impedir que bachilleres y estudiantes
universitarios que estábamos con el movimiento llegáramos allá. Pero fue una
lucha sumamente dura, prácticamente tuvimos que vivir en la Ciudadela
Universitaria, en la Casona Universitaria durante 4 meses. Fue una lucha por la
democratización realmente, porque la Universidad de Guayaquil en ese momento tenía
5000 estudiantes en todas sus carreras.
¿Las autoridades de la
universidad no estaban de acuerdo con la abolición de los exámenes de ingreso?
Si la mayor parte de
los decanos, el rector no estaba de acuerdo. Hubo renuncias, decanos en el
rectorado, fue una época en que se desestabilizó la administración
universitaria y terminó con una petición del mismo consejo universitario de que
se procesa el desalojo de los bachilleres.
Cuál era el argumento
de las autoridades
Que ellos tenían
simplemente que someterse a los exámenes de ingreso, nada más.
¿Existía algún tipo de
discriminación por su condición económica?
Más por los apellidos,
era una situación incómoda. Los apellidos tenían mucho que ver, los mismos
profesores. En Jurisprudencia eran abogados fundamentalmente al servicio de la
oligarquía, unos muy buenos profesionales con buena formación etc., pero sus
intereses de clases y sus intereses profesionales estaban vinculados con la
derecha. Nosotros no logramos creo que ni 20 profesores de la universidad
firmaran una adhesión al movimiento, fundamentalmente firmaron los que eran del
Partido Comunista del Ecuador; porque si ustedes revisan la lista de los
detenidos y de todos los que participaron ahí, el único grupo político que
asumió la conducción política de eso fue la Juventud Comunista, tanto así que
de los detenidos una gran cantidad eran miembros de la JCE. Habían muchachos de
inclinaciones de izquierda, pero así como de los otros partidos tradicionales
de izquierda no había ninguno.
Fue una lucha en
realidad por la democracia que debía reflejarse también en el interior de la
universidad.
El problema de la eliminación
de los exámenes de ingreso era un problema solo en Guayaquil, o era un problema
en las otras universidades del país
Como movimiento solo
en la Universidad de Guayaquil. Hubo manifestaciones y después de la masacre
del 29 de mayo, más bien otras universidades fueron más ligeras en abolir los exámenes
de ingreso. En la Universidad de Guayaquil, después de la masacre, todavía no
se querían abolir; dijeron que para el próximo curso lectivo. Entonces siempre
fue el centro de la cuestión política, y no fueron tan asequibles las
autoridades, ahí solamente dos delegados estudiantiles se opusieron a la
petición de desalojo, que uno de ellos falleció y el otro es actualmente el
Decano de la Facultad de Arquitectura, pero ya no defiende esas mismas
posiciones.
Hay hubo tragedias, el
presidente de la FEUE filial Guayas se suicidó, porque él era un hombre de
origen humilde, pero que había estado siempre al servicio del velasquismo; y
cuando el movimiento se desarrolla, el presidente de la FEUE se convenció de
que el movimiento era justo, pero sus compañeros no lo concebían así, entonces comenzó
a vivir una verdadera tragedia, entre pensar en que aquello que por lo que
nosotros luchábamos era correcto y, su soporte político en la universidad que
era totalmente contrario; y que no solamente era contrario en opinión sino en
acciones, con los llamados carabineros.
Ahí tuvimos que
recurrir a todas las formas de lucha para mantener esa cosa, entonces él, no
soporto esta situación y se suicidó. En la FEUE teníamos algunos vocales al
comité ejecutivo, en esa época la FEUE funcionaba como un organismo democrático,
el local de la FEUE era en la Casona Universitaria, entonces nosotros teníamos
ayuda, ahí hubo en presidente de la FEUE encargado que era de los vocales
puestos por nosotros, que era el delegado estudiantil de Arquitectura.
El Movimiento que se
va organizando con estudiantes de la FESE y universitarios, tomó alguna acción
para tratar de que el Gobierno tomara alguna posición, o el Gobierno apoyó a
las autoridades universitarias.
Claro, de todas
maneras había el principio de la autonomía universitaria, entonces el gobierno decía
que ellos los que estaban haciendo era poner orden a la ciudad, evitar
desmanes, etc. Pero el Vice Presidente de la República, el Dr. Jorge Zavala
Baquerizo, como era un hombre de universidad; entonces él fue el mismo día 29
de mayo a pedirnos que desalojáramos, que él ya sabía que había la orden y que
salgáramos pacíficamente para evitar violencia. En realidad nadie pensaba que
íbamos a tener un desalojo de esa naturaleza. Nosotros hasta teníamos
preparados una declaración escrita diciendo que protestábamos por la violencia,
por la autonomía universitaria, pero fue en realidad un desalojo a sangre y
fuego.
EN QUE MOMENTO SE
COMIENZA A COMPLICAR LA SITUACIÓN DURANTE LOS PRIMEROS MESES DEL 1969
Ahí hubieron distintos
momentos, la cuestión siempre se planteo complicada, nunca hubo posibilidades
ni de conversar. Alguna vez se secuestró al Consejo Universitario en una sesión
que hubo en la Casona. El asunto fue complicado desde el principio, nos tomamos
la Ciudadela Universitaria, ahí estuvimos creo que unos 10 compañeros que nos
tocó estar allí en medio de un cerco militar a la ciudadela. Entonces ni
entraba ni salía nadie. Además había patrullas de la armada por el salado,
algún compañero se pasaba todas noches llevándonos un poco de comida, etc.
Un día nos llevaron
comida en una ambulancia, como que alguien se había enfermado; entonces dejaron
entrar a la ambulancia. Fue una lucha muy intensa, en esa época la universidad tenía
tres centros que eran la Ciudadela, la casona y la boca del pozo, donde ahora
está la ESPOL, eso era también de la Universidad de Guayaquil, además de tener
a los medios de comunicación en contra.
La campaña fue tan
aguda que la Juventud Comunista del Ecuador con el respaldo del Partido
Comunista contrata un espacio de televisión en Canal 4 TELESISTEMA, para que
tres dirigentes de la JCE, hablaran ante la opinión pública para explicar lo
que realmente estaba ocurriendo. Las calumnias y las mentiras eran una tras de
otra. El famoso gallo del cerro, Alberto Borges, era uno de los que más nos
daba en contra; él era uno de los que más nos combatía todas las noches en el
noticiero que era bastante visto.
De los militantes del
Partido Comunista quienes participaron en las protestas.
Está Winston Alarcón,
Esmeraldas Gómez, María Espinoza que ya falleció, Yolanda Espinoza, hay una
lista que fue publicada. En realidad la mayor parte era gente de la Juventud
Comunista. De quienes estaban allí y ahora somos dirigentes estaban Winston,
Esmeraldas y yo.
Winston era bachiller,
yo ya era estudiante de la Facultad de Jurisprudencia. Winston era dirigente de
la FESE, ya era miembro de la Juventud Comunista. Con él se va escribiendo una
canción que hicimos allá en la penitenciaría dedicada al 29 de mayo.
Cuáles son los hechos
que se dan ese 29 de Mayo
Ya se venía rumorando
que con la orden que había dado el Consejo Universitario prácticamente se
esperaba de un momento otro el desalojo en la Casona. Además de la visita del
vicepresidente Zavala Baquerizo como a las 2 de la tarde. En realidad nosotros
teníamos armas, había que defenderse, entonces para que no vaya a usarse eso
como un argumento, sacamos todas las armas de la Casona más o menos como a las
5 o 6 de la tarde y el desalojo se produjo como a las 12 de la noche, con los
paracaidistas, que en esa época se estrenaban como cuerpo militar.
En buena hora
mantuvimos la calma, logramos que toda la gente este agrupada por un lado, me
acuerdo que yo les hablé, y dice: apenas veamos a todos los militares
lo que tenemos que hacer es levantar las manos, ahí siente como que han vencido.
Entonces como que algunos compañeros se pusieron nerviosos, salieron corriendo;
otros se perdieron. Entonces fundamentalmente de ahí vinieron los muertos,
porque al verlos que salían en fuga o se escondían les disparaban por la
espalda.
¿Los militares tenían
la orden de matar a los estudiantes?
Ellos iban a
desalojarnos, pero no tenían ningún problema en matar; y nosotros fuimos
testigo de eso, al menos yo vi dos muchachos que los mataron por la espalda.
Porque se pusieron nerviosos cuando nos sacaban detenidos ellos salieron
corriendo hacia el hospital, y les dispararon. Y unos que se escondieron en el
tumbado, los tipos entraban dando bala a los que estaban escondidos allí, y
murieron algunos. Esto es una demostración de que los jóvenes comunistas
siempre hemos estado a la altura de las cosas.
Luego de la masacre
que sucede
Comienza a darse una
especie de condena a esta masacre, y otras universidades comienzan por si solas
a disponer la abolición de los exámenes de ingreso; antes que la Universidad de
Guayaquil. Inclusive la casona quedo en manos de los militares, entonces
nosotros hicimos una nueva asamblea con los que estuvimos detenidos algunos
días. Después se hicieron algunas asambleas en la Casa de la Cultura, me
recuerdo.
Pero primero el
Consejo Universitario decidió abolir los exámenes pero para el próximo año
lectivo, hubo que seguir la pelea hasta logras nuestro objetivo.
Ahí la Universidad de
Guayaquil, pasó de 5000 estudiantes a 25000, en prácticamente cuatro años; pero
creo que para efecto de la democratización de la cultura fue importante, porque
muchos jóvenes llegaron a la educación universitaria y quizá no hubo las
suficientes reformas internas para asimilar esas cosas, simplemente se
convirtió en una cifra numérica, presupuestaria y nada más.
Hay hubieron algunas
falencias, no tuvo continuidad de ese movimiento desde el punto de vista
programático, desde el punto de vista de una verdadera reforma universitaria,
fue un avance, pero un poco se quedó en el camino.
44 años después,
cuales son las enseñanzas de aquel movimiento de Mayo.
Hay que retomar con
fuerza la tesis de la reforma universitaria, eso es urgente; los tiempos que está
viviendo el país, no puede darse el lujo de que la universidad este rezagada
frente a esos casos. Las universidades, si uno revisa, han pasado acontecimientos
importantísimos como la Asamblea Constituyente, y las universidades casi no
aportaron en nada al debate sobre estos temas, se fue abriendo camino una
suerte de privatización de la educación pública con las llamadas carreras
autofinanciadas que le han hecho extraviar más el camino. Hasta la década del
70 las universidades reivindicaban para la sociedad, las universidades
acompañaban al pueblo en su lucha, después del 70 viene este problema que las
universidades tenía que reivindicar para sí mismo; la consigna fundamental era
presupuesto para las universidades. Esto ya significó un alejamiento con respecto
al pueblo. El pueblo ya no sentía como propia la tesis de que haya más
presupuesto para la universidad, más aún, cuando el grueso de los hijos del pueblo
siguen estando fuera de las universidades.
En la década del 90 ya
se tomó el camino de la privatización, ya no solamente las universidades
reivindican para sí mismos, para el tema del presupuesto; sino que al no tener
éxito en la demanda del presupuesto, comienza a reivindicar contra así mismo.
Entonces los presupuestos que no le entregaban los gobiernos ahora los
comienzan a sacar las universidades de los mismos estudiantes.
En el caso de la
Universidad de Guayaquil la mitad del presupuesto de operación y desarrollo lo
pagaban los alumnos y la otra mitad la pagaba el estado ecuatoriano, un
porcentaje altísimo.
Ahora con la
disposición de la gratuidad de la educación, nosotros vemos que si no hay
dentro de cada universidad un movimiento estudiantil que tenga bien claro los
objetivos, esa gratuidad se está quedando en el papel, porque fue tanto el
avance que se hizo en contra de la privatización. Son aproximadamente 1600
rubros que pagaban los estudiantes en todas las universidades por distintos
conceptos. Especies valoradas en la Central de cinco dólares, en la Universidad
de Guayaquil de un dólar y pico.
Una de las claves para
que la sociedad se desarrolle es fortalecer la educación.
¿Cuál es el papel que
debe de tomar el Movimiento Estudiantil actualmente?
Creo que debe de
retomar la combatividad, y sobre todo tener una plataforma de lucha muy clara.
Nosotros no podemos decir que luchamos por la democratización, esa ya es una
generalidad. No es posible que el movimiento estudiantil en la Universidad de
Guayaquil, y en el grueso de las universidades este en manos de la derecha. El
presidente de la FEUE de Guayaquil acaba de salir electo Asambleísta por el
Partido Social Cristiano (PSC). Hace años aquí intervenía directamente el
Consulado de los Estados Unidos, había grupos de estudiantes financiados por el
consulado estadounidense que participaban en las elecciones y a veces ganaban.
Pero la movilización,
la combatividad la poníamos la gente de izquierda, entonces ahora hay un
proceso de desmovilización de los estudiantes, han creado el mecanismo parea
burlarse de la gratuidad.
Los estudiantes
terminaron siendo clientes de las universidades y no miembros de la comunidad,
es decir, no bastó con la norma constitucional sino que desde adentro tiene que
haber alguien, un fuerza política que realmente haga respetar y sobre todo
ponga en tono con el momento histórico que vive el país.
¿Cuál es el papel que
debe de tomar el Frente Amplio de Jurisprudencia actualmente?
Tenemos que ser firmes
en tomar posiciones, no podemos estar tratando de pasar desapercibidos, tenemos
que decir las cosas tal como son. El papel nuestro tiene que ser el de
movilizar totalmente a todas esas masas estudiantiles y conducirlas a la lucha
por la democratización de la universidad y la educación.
me gustó, aunque muy izquierdista.
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